El autor, de reconocida trayectoria como uno de los más destacados expositores bíblicos del siglo 20, comparte aquí sus convicciones relativas a la tarea del predicador evangélico.
Para ello recurre al estudio de cinco palabras del léxico del Nuevo Testamento relacionadas con el tema (administración, heraldo, testigo, padre y siervo) y define el mensaje y la autoridad, la proclamación y la invitación, la experiencia y la humildad, el amor y la ternura, el poder y la motivación del predicador.
No trata cuestiones tales como las técnicas, los métodos o los problemas de la comunicación, pero se refiere a puntos aún más básicos que deben estar en el centro mismo de la preocupación de toda persona llamada al ministerio de la palabra.
Para ello recurre al estudio de cinco palabras del léxico del Nuevo Testamento relacionadas con el tema (administración, heraldo, testigo, padre y siervo) y define el mensaje y la autoridad, la proclamación y la invitación, la experiencia y la humildad, el amor y la ternura, el poder y la motivación del predicador.
No trata cuestiones tales como las técnicas, los métodos o los problemas de la comunicación, pero se refiere a puntos aún más básicos que deben estar en el centro mismo de la preocupación de toda persona llamada al ministerio de la palabra.
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By Maranatha
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