Ver por primera vez, en Junio de 1969, este discurso del Dr. J. Gresham Machen, fue para mí una experiencia personal profundamente conmovedora. Antes de esta fecha yo no conocía la existencia de tal discurso. El Dr. Gresham Machen ha significado mucho para mí desde mis tiempos en el seminario, cuando yo era uno de sus estudiantes, hasta el momento de su muerte en Enero de 1937.
Ahora, el hecho de encontrar este discurso suyo pronunciado en 1912, que describe tan magníficamente aquello por lo que L'Abri ha estado luchando durante 14 años desde su inicio en 1955, produce gozo y corroboración al tener conocimiento de nuestra continuidad con aquellos que en el pasado tuvieron la misma visión:
"El cristiano no puede sentirse satisfecho en tanto que alguna actividad humana se encuentre en oposición at cristianismo o desconectada totalmente del mismo. El cristianismo tiene que saturar, no tan solo todas las naciones, sino también todo el pensamiento humano. El cristiano, por tanto, no puede sentirse indiferente ante ninguna rama del esfuerzo humano que sea de importancia. Es preciso que sea puesto en contacto, de alguna forma, con el evangelio. Es preciso estudiarlo, sea para demostrar que es falso, sea para utilizarlo para promover el Reino de Dios. El Reino debe ser promovido no sólo en extensión, sino también en intensidad. La Iglesia debe procurar no sólo ganar a todo hombre para Cristo, sino en ganar al hombre entero."
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